La Comunidad Ecológica y nuestra relación con la basura.

por Ronny Acevedo

La Comunidad Ecológica y nuestra relación con la basura.

Todo producto que consumimos tiene una existencia en el planeta que inicia antes de que llegue a nuestras manos y que continúa después de que pasa por ellas.

Un envoltorio plástico demora cientos e incluso miles de años en desaparecer.

Mientras, se siguen produciendo y desechando millones de toneladas de plástico, las cuales muchas tienen su destino final en países del sureste asiático, donde hay zonas que son verdaderos basurales. A ello se suman países “en desarrollo”, en África y América Latina.

Según estimaciones recientes, un 79% de los desechos plásticos generados se encuentra en vertederos o como basura en el ambiente, un 12% ha sido incinerado y solo un 9% reciclado (Fuente: Propuesta para limitar la generación de productos desechables y regular los plásticos, OCEANA).

La gestión de los residuos está atravesada por la desigualdad: mientras los países desarrollados son los grandes generadores de residuos, los países en desarrollo son quienes los reciben.

Desde el enfoque Basura Cero, lo que se nos propone es un cambio de paradigma; nos invita a evitar el consumismo excesivo, tendiendo hacia el respeto de los ciclos naturales sostenibles.

Las tres R –reducir, reciclar y reutilizar- son reemplazadas por cinco ejes de acción: evitar, compostar, reparar, reusar, reducir y reciclar.

Nuestra Comunidad, desde sus inicios y como su nombre lo indica, tiene la ecología como un pilar. Desde la autoconstrucción, con materiales que provienen del mismo territorio, hasta el programa de reciclaje a tu puerta, que nos ha permitido clasificar nuestros residuos, entregarlos limpios y, de esta forma, respetarnos y respetar nuestro ambiente. A su vez, muchas de nuestras vecinas y vecinos utilizan el compostaje, abonando su propio suelo con tierra fértil.

Pero al mismo tiempo, en ese ejercicio de reciclar nos hacemos conscientes de nuestro nivel de consumo; y podemos darnos cuenta de que el reciclaje no basta, si aún consumimos de manera inconsciente.

Como Comunidad Ecológica tenemos una responsabilidad mayor: hacerle honor a nuestro nombre y al privilegio que aún significa vivir en este lugar: cerca y lejos de la ciudad, en un entorno rural y urbano, rodeados de especies esclerófilas que en la precordillera de Santiago peligran; a causa de la sequía, a causa del saqueo…

Soñemos, seamos visionarios: que migrar hacia la Basura Cero sea nuestro horizonte, más aún en este presente de crisis climática.

Podemos hacernos conscientes del impacto que generamos en nuestro paso leve por la Tierra. Para ello, podemos partir por conocer la proveniencia y el destino de los objetos que utilizamos. Y por cierto, intentar practicar el cambio de paradigma, solo consumiendo lo necesario y buscando reducir, conservar y recuperar todos los materiales que usamos. Si consumimos de manera informada y con mesura, tampoco estaremos contribuyendo al enriquecimiento de grandes empresas que tienen una gran responsabilidad en la crisis climática actual.

El cambio de paradigma, como dicen, comienza en cada conciencia, y se expande luego por la casa, por el barrio, por la comuna y la ciudad, propagándose por todo el territorio.

Por Mariana Zegers

Puedes descargar el artículo en formato PDF, acá: https://drive.google.com/…/1g2IwMh4je7MgijCdKWu…/view…

Otro artículo que te puede interesar:https://magnet.xataka.com/…/desierto-atacama-se-ha…