Expo y workshop “Loza y fauna”: La unión artística de dos vecinas

por Ronny Acevedo

La exposición “Loza y Fauna” y el workshop organizado por las artistas Carolina Rosson, ceramista y Raquel Echeñique, ilustradora, será una instancia para que profundizar en sus trabajos, de manera colaborativa. En el Museo de Arte Modesto (MAMO) desde el 5 al 20 de diciembre tendrá lugar esta exposición gratuita y taller personalizado para todo público haciendo una fusión de oficios, ofreciendo una experiencia única para los asistentes.

Carolina Rosson es ceramista y profesora de modelado, se ha dedicado a la cerámica utilitaria y Raquel Echeñique, ilustradora con una trayectoria de más de 40 libros para niños y adultos. Se conocieron por sus hijas, en el jardín Waldorf “Pequeñalolén” que estaba dentro de la comunidad. Allí nació la amistad, pues hay una afinidad, por ser artistas y tener un entorno familiar dedicado al arte. Hoy las niñas tienen 11 años.

Pandemia y Comunidad, un encierro movilizador de espíritus.

Para las artistas y amigas surge la idea de esta constante búsqueda de desafíos, sumado con la pandemia, Carolina relata: “Ser ceramista es un trabajo muy solitario que tiene mucho tiempo para pensar, pero hacer en colectivo es mucho más enriquecedor, y unir nuestros oficios, la decoración de una pieza como objeto personal dándole una impronta con todo lo local. Unir nuestros patrimonios en la exposición y luego salió la idea de hacer un workshop.”

Raquel: “Yo recibí la invitación de la Caro, para mi como ilustradora es una apuesta super interesante porque la ilustración tiene un soporte super limitado, de partida bidimensional y de hacer en serie, en la edición de libros. Es un desafío pasar una temática, mirarla con más atención que tiene que ver con lo que observamos desde nuestras casas, un sentido más particular, nuestra flora y fauna de la precordillera, nuestra comunidad. Estamos acostumbrados a convivir con ello y el tema de la pandemia nos ha permitido estar mucho más cerca de esta realidad. Entonces agarrar esta flora y fauna es el motivo de la ilustración.”

Para ambas embarcarse en este proyecto requiere dedicación, desde ya están trabajando, investigando la reacción de los colores, trabajar con volumen, temperaturas, soportes, etc. Las piezas se realizarán en porcelana, una pieza de arcilla mucho más cohesionada, suave al tacto, blanca. Tienen muchas piezas de ensayo en el taller. Carolina es la que construye y le da forma al objeto en torno, se seca un poco (no completamente) y luego, Raquel realiza la ilustración con engobes, va a una primera quema, después se esmalta con los colores y nuevamente, al horno a una quema de alta temperatura. Son varias etapas que buscan la perfección de la pieza. Esto es la unión de oficios, una labor que necesita tiempo de ensayo para ofrecer una buena experiencia a las y los asistentes. “Serán piezas que, a través de la ilustración, dialogarán entre sí, buscando un lenguaje único y personal”, señala Carolina.

Ellas viven del arte, son muy profesionales en lo que hacen, cada una se encuentra en proyectos propios, pero no se conforman y siguen buscando la aventura y seguir aprendiendo. La pandemia las ha motivado a no quedarse en la llamada “zona de confort”. Raquel señala que “Adentrarse en la exposición y el workshop es creer que es necesario jugársela en cosas distintas, que es más lento y es más trabajo. Pero es una apuesta aprender a hechar a andar una máquina que es distinta. Pero creemos que es un aporte al entorno, a los vecinos, a la difusión en el tren del arte, de la cultura, es ese juego…Hasta qué punto me quedo chantada en lo que sé hacer y darle y atreverse a hacer algo muy enriquecedor”. Carolina agrega “Es lo que te mantiene la motivación, no se puede hacer siempre lo mismo. Hacer proyectos así, te entusiasma, es un combustible”.

Acercando el arte

Las dos trabajan en sus casas, que son también talleres, ambas madres hablan de la concepción de arte en los niños y la valoración de una pieza para la vida diaria, Raquel sostiene que: “La ilustración es muy importante, tú tienes una responsabilidad muy importante de lo que estéticamente le vas a mostrar a los niños, le estás formando el criterio de lo que le va a quedar en la retina, son referentes”. Carolina agrega “y lo que pasa con la cerámica es que está hecha de materiales nobles, son objetos formados con barro, que vienen de la tierra y cuando se quiebra vuelve a ella. Es la forma, hecha a mano, trabajada para la funcionalidad, una taza biselada para que no te quemes, con una forma determinada. Tu cuerpo es sensible, es una educación, con el tacto con lo sensorio, con el respeto a la naturaleza y eso se educa no con teoría, si no que con práctica”.

“Todo ese arte de uso cotidiano, los cuentos, la cerámica te va a formando el criterio de por vida. Tu esencia la armas en tu infancia. Tener conciencia con lo que toca, lo que mira, lo que juega, en que toma su leche en la mañana, los libros que mira, todo va ir formando su apreciación estética para la vida. Entonces los libros que elijas para su estantería, también”, dice Raquel.

Y como son creadoras, no paran, ya están pensando en hacer algo para los niños de la Comunidad con todas las piezas de ensayo, poder acercar los oficios a los más pequeños.

La invitación está hecha, el trabajo de estas dos artistas de la Comunidad será expuesto de manera gratuita en el Museo de Arte Modesto (Antupirén # 9400), donde también se podrán comprar algunas piezas y tendrán un workshop para todo público.

Las inscripciones están abiertas, el taller es en espacio abierto, con cupos reducidos (máximo 7 personas), incluye materiales, enseñanza personalizada, y serían 2 días para poder pintar y hornear las 3 piezas que se realizarán (set de desayuno, tazón, bowl, plato), este tendrá un valor de $ 68.000.

Las inscripciones se pueden realizar al correo: rosson.carolina@gmail.com o teléfono +56991336569. Y sus redes sociales para conocer más sobre ellas y su trabajo @rosson.ceramica y @raquelechenique.

Por Mariela Gallardo G.