Nuestra comunidad es mucho más que un sitio rural en la ciudad, es un núcleo humano de personas creativas, donde se participa y se hace vida de barrio. Nos saludamos, compartimos los autos y nos apoyamos cuando hace falta.
En unas decenas de hectáreas habitamos una gran cantidad de familias que se conectan con una manera de vivir alejada del ritmo citadino y conectada con la naturaleza. Es en este entorno donde han llegado y han surgido una especie de sincretismo cultural único en Chile y quizá en el mundo, donde entre sus más de 2 mil habitantes, podemos ver una serie de músicos, actores, escritores, cineastas entre cientos de personas ligadas al mundo de la cultura.
Esto se expresa en una nutrida agenda de actividades durante todo el año que se realizan en los diversos espacios que cuenta la Comunidad Ecológica para realización de eventos como el Museo de Arte Modesto (MoMa); el Paseo el Sol con su plaza central, pubs y restaurantes; El Expreso Imaginario, el Patio La Rosa, con sus locales y espacio público; el colegio Maison de l´Enfance, algunas casas de los mismos vecinos e incluso, la entrada de la Comunidad Ecológica de Peñalolén, que se cierra completamente en octubre, para uno de los eventos más importantes del año: la Fiesta Aniversario, que en su última versión del 2018 (la de 2019 no se realizó debido al estallido social) congregó a cerca de 3 mil personas durante todo un día, con tres escenarios distintos y una serie de actividades.
Además, en la Comunidad Ecológica nació la tradición de la Patrona del Barro y las Quebradas, una “virgen abierta a todos los credos”, como han dicho sus creadores, que nace con la idea de crear un ícono que represente al barrio y que tuviera que ver con la identidad. En mayo, para el Día del Patrimonio, se realiza una actividad en honor a esta “protectora de la precordillera”.